sábado, 17 de marzo de 2012

Carta a Frédéric Oumar Kanouté



Querido y admirado Frédéric:

En primer lugar quiero pedirte disculpas por robarte unos minutos de tu tiempo. Soy Kiki,  padre de Enrique, un sevillista que se atreve a escribirte, porque ha creído que era la mejor forma para darte las gracias, fundamentalmente por  haber decidido un día fichar por mi Sevilla.
Enrique nació justo después de que el arbitro pitará el final del Celta de Vigo- Sevilla FC, un 26 de Septiembre de 2005 (año de nuestro centenario) perdimos aquel partido y recuerdo que aquella primera noche en el hospital junto a mi hijo, le susurre que seguro que él vería al Sevilla ganar algún título alguna vez, yo tenía 26 años y nunca disfrute de un Sevilla campeón.
Mi familia y amigos son mis tesoros más importantes y justo después está el Sevilla FC, sé qué el fútbol no es tan importante, pero de alguna forma es algo con lo que podemos soñar los que estamos abocados a trabajar duro, para que nuestro mayor éxito, sea el que a nuestros hijos tengan una vida mejor de la que tenemos nosotros.
El 17 de febrero de 2006, Cuando Enrique tenía 4 meses se cayó y se golpeó en la cabeza, después de muchas pruebas, no tenía nada importante, pero nos aconsejaron que no le dejásemos dormir y lo observásemos, cuando salimos del hospital, mi mujer y yo decidimos ir a la tienda del estadio para hacer una compra y que el niño no se durmiera, estabais entrenando a puerta cerrada, pero un hombre nos invitó a entrar después de contarle de donde veníamos.

Nos situamos en el pasillo que hay situado al salir del vestuario, cuando pasaste por allí y te paraste a ver al niño, te pedí que lo cogieras para hacerle una foto y justo en ese instante un fotógrafo de Diario de Sevilla me pidió autorización para utilizar esa foto para su periódico.
Al día siguiente la foto ocupaba toda la portada de la sección de deportes, nunca pensé que después de esa foto, comenzásemos una racha de 9 partidos sin perder, acabamos ese año 4º a tan solo 2 puntos del Madrid.
Jamás soñé con todo lo que sucedió después, 6 títulos,  justo los años que Enrique tiene actualmente, conocimos Europa, olvidamos nuestros problemas, nos hicisteis sentir las personas más orgullosas del mundo.
Nunca pensé que aquel jugador que cogió en brazos a mi hijo, sería el mejor de los que han pisado el césped del Pizjuán en sus 106 años de historia. Pero no solo eso, te has convertido en un ejemplo para nuestros hijos, has demostrado ser compañero, humilde, solidario, tolerante, eres querido por todos y ni siquiera nuestros vecinos béticos tienen una mala palabra hacia ti.

Llegaste en 2005, año de nuestro centenario y en el que te encontraste con Enrique, aquello nos trajo suerte, hoy, gracias a Pepe Amaya he podido repetir esa foto 6 años después y aprovechar  ahora, que probablemente sea la última temporada que vistas nuestra camiseta, para darte las gracias por todo y desearte que este nuevo encuentro con Enrique, te traiga toda la suerte del mundo, allí donde decidas ir. 

Espero que nunca nos olvides, nosotros haremos que nuestros nietos te conozcan, para que ellos a su vez le cuenten a sus hijos, que en el Sevilla FC jugó una época una bellísima persona, el mejor futbolista jamás visto por Nervión, Frédéric Oumar Kanouté, suerte y más de 129 gracias, tantas, como goles has celebrado señalando al cielo.

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